Vos no sos la ropa que usás
ni los tatuajes que tenés.
No sos tu maquillaje
ni tu falta de ganas de maquillarte.
No sos el naranja de la cama solar
ni el pálido de invierno.
No sos tu profesión
ni tus estudios, conocimientos.
Tampoco sos tu ignorancia.
No sos tus éxitos,
ni tus fracazos.
Podés ser el orgullo de tus viejos
pero el orgullo de tus viejos no sos vos.
No sos la música que escuchás
ni los libros que leíste
ni tus pinturas favoritas.
Tampoco sos la frase de tu película favorita
mucho menos todas las películas que viste.
No sos dónde vivís
ni cómo vivís.
No sos lo que decís
mucho menos lo que escribís
mucho menos las fotos que te sacás.
No sos lo que ves
ni lo que pensás
muchísimo menos lo que ven o piensan los demás.
Sos.
Hace falta algo más?