el otro día una amiga se reía y me preguntó si era literal eso que digo, me dijo "por qué no probás y prendés fuego algo, no sé, una hoja por ejemplo". entonces agarré el atado de cigarrillos, saqué el encendedor y prendí fuego una servilleta, que era lo que tenía más a mano. he de admitir que estuvo bien, bueno, se sintió bien, porque "estar bien" no lo estuvo, terminé quemándome el dedo, me salió una ampollita y todo (lo que, a todo esto, aumentó en forma considerable mi odio generalizado y, ergo, mis ganas de prender fuego algo). pero bueno, decía, se sintió bien pero tampoco tanto, así que llegué a la conclusión de que no es literal la cosa. es sólo un deseo pirómano, de destrucción, de violencia, de descarga,
de llorar.
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