martes, 2 de diciembre de 2008

Te despertás a las 6.30 de la mañana, mirás el reloj y decís "no me quiero levantar, ya fué me quedo en la cama, total, seguro que va a ser un día de mierda como todos los demás". pero tu sentido de responsabilidad es más fuerte que tus ganas de no hacer nada (al menos en ese preciso momento) entonces te estirás, bostezas, te destapás, sacas una pierna por uno de los costados de la cama, pero te da frío entonces te tapas de nuevo y decis "cinco minutos más". te dormis y pasan 23 minutos, es decir te quedan 7 minutos exactos para ir al baño a hacer pichín, lavarte los dientes y la cara, ponerte el uniforme (pollera, pantalón, lo primero que encuentres) tomar un nesquick, cazar la mochila e ir a la bendita escuela con esa cara de zombie recién resucitado que te caracteriza.
olvidate de estirarte, bostezar y todos los ritos madrugadores, que son fundamentales para estar de buen humor. es muy tarde para todo eso. y gracias si llegás a desayunar. en cuestión, empezás el día con todas las pilas (puff), lo que hace que estés irritable, bajoneado, sin ganas de hacer nada.
y lo peor es que mientras el día transcurre te vas arrepintiendo cada vez más de haberte levantado a la mañana... "hubiera seguido durmiendo".


la historia de mi vida.

1 comentario:

SanTiago dijo...

es muy dificil levantarse...toda una tortura...pero tambien es dificil acostarse...por lo menos yo prefiero trasnochar :)
supongo que uno es extraño
SanTiago desde el CuarTeL GeneRaL

P.D__es blog esta chevere...por aqui volvere