Cerrás los ojos y estás solo.
Escuchás voces, más lejos, más cerca. Pero estás solo.
Sentís el roce de alguien pasando cerca. Estás solo.
Escuchás tu propia risa hacer eco entre la gente. Estás solo.
Sentís el humo del cigarrillo que se consume entre los dedos del de al lado. Estás solo.
Alguien te llama por tu nombre. Estás solo.
Alguien te abraza. Pero estás solo.
Abrís los ojos y al final, y al principio,
estás solo.
La semana que vivimos en peligro
Hace 5 años